Carlos I de Inglaterra fue el monarca que gobernó Inglaterra, Escocia e Irlanda desde 1625 hasta 1649. Nació el 19 de noviembre de 1600 en Dunfermline, Escocia, y fue ejecutado el 30 de enero de 1649 en Whitehall, Londres. Su reinado estuvo marcado por conflictos con el Parlamento, especialmente en relación con cuestiones de poder y dinero, y eventualmente condujo a la Guerra Civil Inglesa.
Aspectos destacados de la vida y el reinado de Carlos I:
Ascenso al Trono: Carlos I sucedió a su padre, Jacobo I, en el trono de Inglaterra en 1625. Su reinado también incluyó el Reino de Escocia desde 1625 y el Reino de Irlanda desde 1629.
Anthony van Dyck
Conflictos con el Parlamento: Carlos I tuvo conflictos persistentes con el Parlamento inglés sobre temas como impuestos, derechos y la autonomía del monarca. Sus intentos de recaudar impuestos sin la aprobación parlamentaria generaron tensiones y descontento.
Anthony van Dyck
El "Impuesto al Barco y la Tonnage": En 1628, Carlos I enfrentó la resistencia parlamentaria a su solicitud de impuestos. Como respuesta, aceptó la Petición de Derechos, pero luego disolvió el Parlamento y gobernó sin uno durante once años, financiándose mediante el "Impuesto al Barco y la Tonnage".
Guerra Civil Inglesa (1642-1651): Los conflictos entre Carlos I y el Parlamento llevaron a la Guerra Civil Inglesa. Las fuerzas parlamentarias, lideradas por Oliver Cromwell, se enfrentaron a las fuerzas leales al rey. La guerra culminó en la victoria parlamentaria en la Batalla de Worcester en 1651.
Gaspar de Crayer
Cautiverio y Ejecución: Después de ser derrotado, Carlos I fue capturado, juzgado y condenado a muerte por alta traición. Fue ejecutado mediante decapitación el 30 de enero de 1649 frente al Palacio de Whitehall.
República y el Protectorado: Tras la ejecución de Carlos I, se estableció la Mancomunidad de Inglaterra, una república bajo el liderazgo de Oliver Cromwell. Este periodo, que incluyó el Protectorado de Cromwell, duró hasta la restauración de la monarquía en 1660 con Carlos II, hijo de Carlos I.
La ejecución de Carlos I marcó un momento crucial en la historia de Inglaterra, ya que representó la primera vez que un monarca fue juzgado y ejecutado por sus propios súbditos. La posterior restauración de la monarquía bajo Carlos II también dejó una huella en el desarrollo político de Inglaterra.
Anthony van Dyck (1635)
Eugène Lami plasma el traslado del rey al castillo de Carisbrooke, última morada antes de ser enjuiciado
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